En un nuevo capítulo de "Tal Cual", los panelistas hablaron sobre el complejo momento que vive Miguel Bosé, quien tuvo que vender su casa para pagar millonarias deudas.
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Tras esta conversación, Jordi Castell habló de la mala época económica que vivió cuando quiso emprender en el rubro de la alimentación.
"A mí cuando peor me fue, que fue cuando cerré la pastelería. Fue un fracaso, gente cercana me orientó y me dijeron ‘cierra eso’. Ahí entendí el daño de mi propia inexperiencia", confesó.
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El panelista continuó relatando su experiencia con la tienda ubicada en la calle Alonso de Córdova, comuna de Las Condes.
"Fui pobre, después de la pastelería yo quedé pobre y tenía que pagar dividendo. No me fui del departamento porque sabía que tenía que salvar la certeza que tenía, que era el departamento", expresó.
"Ahí decidí, hice un rito, y corté las tarjetas de crédito, no he vuelto a tenerlas. Yo no gasto lo que no tengo. Tengo dos chauchas y vivo con esa dos chauchas. Eliminé todo".
Lo que lo salvó
Posteriormente, Jordi Castell explicó la forma en la que pudo volver a ordenarse en temas de dineros. "Hablemos de dignidad. A mí lo que me salvó y lo que salvó mi economía en ese momento de mi vida fue la Cuenta Rut. Aprendí a ser responsable con lo que tengo y con lo poco que tenía en algún minuto", confesó.
Inmediatamente, Raquel Argandoña le consultó a su colega si habría dejado su casa al verse tan apretado en materia económica. "Lo hubiera hecho sin ningún pudor. Yo vengo de una familia de comerciantes árabes, no me da vergüenza ser pobre y no tengo ningún problema en decirlo. En algún minuto, la humildad es tu mejor consejera", declaró.
Las claves
- Jordi Castell contó el día en que quedó casi en la quiebra.
- El fotógrafo había abierto una pastelería en Las Condes, sin embargo fracasó.
- Además reveló que rompió las tarjetas de crédito para no cometer "errores".