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La historia del piloto que fue succionado por la ventanilla del avión en pleno vuelo y sobrevivió

El capitán Tim Lancaster del un vuelo British Airways terminó con heridas tras un hecho que supera lo inimaginable: un hombre colgando de una ventana de un avión en pleno vuelo, a más de 5.300 metros de altura.

Capitán Tim Lancaster / Twitter

Hay muchos hechos que parecen increíbles, pero que realmente sucedieron, como el que ocurrió el 10 de junio de 1990, donde el protagonista fue el capitán Tim Lancaster, quien sobrevivió a un accidente increíble.

Aquel día, despegó el vuelo 5390 de British Airways, desde Birmingham, Reino Unido, con destino a Málaga, España. Se trataba de un avión BAC 1-11, de la British Aircraft Corporation One-Eleven, con 81 pasajeros a bordo más 6 tripulantes.

A los 13 minutos 

A las 7.20, la aeronave inició el vuelo, pero la normalidad solo duró unos minutos. A los 5.300 metros de altura y a unos 10 minutos de vuelo, el capitán Lancaster autorizó a la tripulación que comenzara el servicio de comidas. A su costado estaba el primer oficial Alistair Atchison, con quien lideraba el avión.

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Cuando el BAC 1-11 alcanzó los 5390 metros de altura y el vuelo sumaba 13 minutos después de haber despegado, ocurrió lo impensado: un ruido a costado izquierdo del capitán anticipó el colapso de la ventanilla de ese costado de la cabina.

En cosa de segundos, Lancaster salió succionado y quedó atascado en la ventana, colgando de las piernas. De inmediato la cabina se llenó de una densa niebla ate la pérdida de presión del habitáculo.

Reacción increíble

Para suerte del capitán, la tripulación reaccionó de forma increíble y veloz. Nigel Ogden y John Heward, sujetaron los de pies a Lancaster, quien literalmente colgaba de la ventana del avión.

Atchison tomó el control de la aeronave y Simon Rogers se sumó a los otros dos tripulantes que ya sujetaban al capitán, ante la tremenda velocidad que llevaba el avión.

La escena era terrible, porque el capitán estaba con el 80 por ciento del cuerpo fuera de la aeronave, apoyado sobre el techo, producto de la velocidad, mientras al interior de la cabina tres hombres luchaban por mantenerlo sujeto.

El relato 

El diario británico The Sun recordó el histórico accidente y afirmó que Nigel dio una entrevista al Sydney Morning Herald, poco tiempo después del hecho, donde aseguró que "estaba saliendo, con mi mano en la manija de la puerta, cuando hubo una enorme explosión, y la puerta salió volando de mis manos".

El tripulante añadió que "me di la vuelta y vi que el parabrisas delantero había desaparecido y Tim, el piloto, salía por él; lo habían succionado del cinturón de seguridad y todo lo que podía ver eran sus piernas".

En eses momento, relató Nigel que "salté por encima de la columna de control y lo agarré por la cintura para evitar que se fuera por completo".

"Se le habían salido la camisa de la espalda y su cuerpo estaba doblado hacia arriba, doblado alrededor de la parte superior del avión", recordó uno de los protagonistas de aquella fatídica mañana.

Mientras el capitán soportaba la velocidad de 650 kilómetros por hora. Fue tanta la presión, que el líder del vuelo no soportó y perdió el conocimiento.

A más de 600 Km/h

La situación en la cabina era límite: tres hombres sujetaban al capitán, mientras el primer oficial mandó un Mayday y pidió autorización para aterrizar de emergencia en el aeropuerto de Gatwick, en Londres, pero el control de tráfico aéreo dispuso la terminal de Southampton, que estaba más cercana.

Increíblemente el vuelo 5390 aterrizó sin problemas y Lancaster sobrevivió, pese a que estuvo expuesto por 22 minutos a una velocidad superior a los 600 Km/h y a temperatura inferiores a 17 grados bajo cero.

El capitán sufrió congelamiento, varias fracturas en el brazo, una muñeca y un pie junto a varias contusiones.

La tripulación de este vuelo, pese a lo impactante del accidente, estuvo volando otra vez en semanas. Mientras que el capitán tardó 5 meses en recuperarse y volver a los aires.

Las claves

  • A los 13 minutos de iniciado el vuelo, el capitán del avión salió succionado tras el colapso de una ventanilla de la cabina.
  • El piloto sobrevivió pese que estuvo 22 minutos colgando del avión y con una temperatura de -17 grados y una velocidad de más de 600 km/h.
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