En un inquietante episodio de delincuencia se vivió en el sur de Bogotá, Colombia, pero muestra una realidad que se ha hecho tristemente común en muchas ciudades de Latinoamérica. Una mujer desató el terror al utilizar escopolamina (burundanga) para robar a un hombre en un bar.
PUBLICIDAD
El ataque de las mujer quedó registrado por las cámaras de seguridad del local, que captaron en detalle la escena, pero la justicia no pudo dar con la paradero de la sospechosa, aseguró La Kalle, de Radio Blu.
El suceso se desencadenó cuando una mujer, aparentemente entre los 30 y 35 años, se acercó sigilosamente a su víctima en un bar del barrio Carvajal.
La mujer vestida con una chaqueta oscura adulteró la bebida del hombre con un polvo blanco, quien posteriormente la consumiría ajeno a la amenaza.
Se trató de escopolamina, "un alcaloide tropánico que se encuentra como metabolito secundario en plantas de varios géneros en la familia de las solanáceas, como la belladona, los beleños, estramonios, la escopolia, las mandrágoras y las trompetas de ángel", explicó el Inteligencia Artificial Perplexity.
Saquearon la casa
La IA agregó que "la escopolamina es conocida popularmente como "burundanga" y se ha popularizado como una droga utilizada para llevar a cabo ilícitos y cometer abuso sexual. Cuando la escopolamina es suministrada puede ocasionar un estado de somnolencia o sueño profundo, que va precedido frecuentemente de un estado de pasividad completa de las víctimas, quienes se convierten en seres muy sugestionables y fáciles de convencer".
Las cámaras de seguridad del bar grabaron cómo la mujer se mimetizó con otros clientes, comportándose con total normalidad. Cuando el afectado se retiró al baño tras ingerir la bebida manipulada, la delincuente aprovechó la oportunidad. Tras persuadir al hombre para salir juntos del local, este cayó presa de sus atacantes.
PUBLICIDAD
Minutos después, la mujer abandonó el domicilio del hombre y, con total impunidad, cargó objetos de valor como televisores y computadoras en un taxi. Saquearon la casa de su víctima.
A pesar de la denuncia penal interpuesta por el afectado y las pruebas gráficas contundentes, la investigación fue archivada por la Fiscalía General de la Nación una semana después, dado que no lograron rastrear a la presunta delincuente.
Este incidente refleja la creciente alarma que se vive en Bogotá y en muchas ciudades Latinoamericanas sobre el uso de escopolamina y otras sustancias peligrosas por parte de delincuentes.
Las claves
- Una impactante grabación muestra a una mujer utilizando escopolamina para robar a un hombre en un bar de Bogotá.
- A pesar de las contundentes pruebas, la justicia no logró capturar a la delincuente, lo que resalta la creciente preocupación por el uso de sustancias peligrosas como la burundanga.
