Era el jueves 13 de octubre y Allison Romero, conocida influencia y modelo ecuatoriana, compartía con un grupo de amigos en el hotel cuando lo que parecía ser una tarde noche de distensión, terminó en una tragedia que podría costarle su carrera.
Romero estaba en uno de las jardines del Hotel Veuxor, en la ciudad de Machala, de donde es oriunda la influencer.
En medio de una jornada que parecía normal, dos mujeres se acercaron y le dieron un giro a la historia.
Según Romero, "Alexandra Elizabeth Betancourt Paladines, funcionaria del Municipio del cantón Machala, en estado de ebriedad intenta acabar con mi vida junto a su hija Milenka Daniela Quezada Betancourt".
La modelo detalló que sin ninguna provocación, ambas mujeres la agredieron, pero Betancourt Paladines realizó el acto de violencia más aberrante al romperle un vaso de vidrio en la cara, lo que le provocó un corte en la cara de 10 centímetros.
El ataque
Así detalló los hechos Romero en su cuenta de Instagram.
"En el lugar se encontraban la mencionada mujer, de 38 años, con su hija de 20 años de edad. Ya en estado etílico, empezaron con un comportamiento conflictivo hacia mis amigos, por lo cual ellos reaccionaron atemorizados de la conducta de la mujer y su hija".
Luego agregó que "de repente la señora se acerca a mí de manera inesperada con palabras ofensivas e insultos inapropiados con intención de agredirme junto a su hija, las cuales tenían una copa de Gin Tonic y mencionando que iba acabar CON MI CARRERA y al instante me golpea el rostro con la respectiva copa, ocasionando una herida de 10 centímetros y no satisfecha de lo ocurrido, la hija intenta hacer la misma acción pero fue detenida por mi grupo de amigos que evitaron que cumplan con su objetivo de QUITARME LA VIDA".
Tras el ataque, la modelo contó que "en recepción recibí la ayuda de los guardias quienes evitaban que la señora e hija continúen agrediéndome, como no fue suficiente acudió a las amenazas e intimidación hacia mi persona y que se cuide mi familia. Después sin ningún tipo de remordimiento, sin alma y olvidándose que es "madre" de tres hijas, salió huyendo del lugar".
Romero fue intervenida para atender ese corte de 10 centímetros y ahora enfrenta una dura recuperación, tanto física como sicológicamente. "Siento el corazón se me hace chiquito es un cicatriz que me va a durar toda la vida, tengo miedo, no salgo", expresó a Ecuavisa.